- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
Estamos haciendo un nuevo sitio para ti
Dinos qué deseas que mantengamos de este sitio obsoleto;
pon un comentario en las páginas que crees que ayudarán a otros o envíanos un correo.
Reflexiones de las Buenas Nuevas
por Terry Modica
Haciendo que las escrituras sean significativas para tu vida diaria.
El fragmento Inspirador de hoy: La Gracia nos da fuerza sobrenatural para resistir al pecado.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Martes de la 9na. Semana del Tiempo Ordinario
Junio 2, 2020
Oración para hoy:
Alabado seas mi Señor, porque Tú haces posible, en mi vida, aquellas maravillas que jamás podría alcanzar con mis propias fuerzas. ¡Bendito seas por siempre! Amén.
Lecturas de hoy:
2 Pedro 3, 12-15a.17-18
Salmo 90 (89), 1-4.10.14.16
Marcos 12, 13-17
www.usccb.org/bible/lecturas/060220.cfm
En la primera de las Escrituras de hoy leemos: "Haz todo lo posible para ser encontrado sin mancha ni contaminación ..." ¡Oh, somos un montón de perezosos! Si realmente estuviéramos haciendo todos los esfuerzos posibles para encontrarnos sin pecado, iríamos al Sacramento de la Reconciliación todas las semanas, si no todos los días. El Papa Juan Pablo II solía confesarse semanalmente. La madre Teresa de Calcuta iba a diario. Lo que quiero saber es: ¿Por qué? No soy tan santo como ellos, ¡y no puedo entender por qué debería ir una vez al mes!
Ir a Misa es un buen sustituto de la Confesión, si sólo tenemos pecados veniales que superar, porque el Rito Penitencial se ocupa de eso si somos lo suficientemente serios como para recordar conscientemente nuestros pecados y buscar el perdón. Y recibir la Eucaristía nos une a la santidad de Jesús. Pero ¿hacemos todo lo posible para beneficiarnos de todo esto?
Los santos hicieron "todo el esfuerzo posible" para crecer en santidad. Pero nosotros tomamos atajos y viajes más lentos. No es que no deseemos ser santos. Más bien, nos sentimos fácilmente satisfechos con nuestro nivel actual de crecimiento espiritual. Estamos demasiado ocupados para leer más libros sobre la fe, demasiado cansados al final del día para asistir a los programas en la iglesia y demasiado distraídos para orar cuando estamos estresados y con necesidad de un tiempo de silencio con el Señor.
Para sentirnos satisfechos con nuestro nivel actual de santidad, nos volvemos buenos ignorando nuestros defectos y pecados espirituales. Otros los ven, ¿verdad? Somos muy buenos en la negación y la racionalización. Atacamos con ira a los demás y nos absolvemos al decir que se lo merecían. Fumamos cigarrillos y creemos que no estamos destruyendo nuestros cuerpos. Mientras condenamos con razón el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, también condenamos a aquellos que lo promueven, ignorando que nuestro juicio crítico es otra forma de asesinato.
Sin embargo, una vez que admitimos nuestra necesidad de dedicar más tiempo al crecimiento espiritual, Dios nos ayuda, no regañando con un dedo acusador en desaprobación de "te dije que no pecases", sino con misericordia y amabilidad y un poderoso don de gracia que nos ayudará a crecer si hacemos todo lo posible para confiar en ello.
En los sacramentos de la Reconciliación y la Sagrada Eucaristía, Dios nos llena de esta gracia. Él nos capacita para ser las personas santas que él nos creó para ser durante el Sacramento del Bautismo. La gracia nos da fuerza sobrenatural para resistir el pecado. La Santísima Madre estaba llena de gracia; esta es la razón por la que siempre podía elegir la santidad cuando era tentada con oportunidades para pecar. ¿Por qué queremos hacer caso omiso a tal regalo?
Hagamos evaluaciones honestas de nosotros mismos, con plena confianza en el amor, el perdón y la ayuda de Dios. En el perdón de Dios redescubrimos quiénes somos realmente: Santos. Recibimos su ayuda para vivir nuestra verdadera identidad. Vamos hacia adelante haciendo grandes avances en el camino de la santidad.
© 2024 por Terry Ann Modica
Esto puede imprimirse para uso personal únicamente. Para distribuir múltiples copias, por favor, ordénalas publicadas profesionalmente desde Catholic Digital Resources en catholicdr.com/about-us/special-orders/. *** ¿No puedes pagar por ellas? ¡No hay problema! Solicita un bono gratuito que será nuestra donación de caridad para tu ministerio.
Esto puede imprimirse para uso personal únicamente. Para distribuir múltiples copias, por favor, ordénalas publicadas profesionalmente desde Catholic Digital Resources en catholicdr.com/about-us/special-orders/. *** ¿No puedes pagar por ellas? ¡No hay problema! Solicita un bono gratuito que será nuestra donación de caridad para tu ministerio.
Consagración a San José en 9 Días
Un documento gratis en PDF está disponible para tu uso personal.
No obstante, tu apoyo puede ayudarnos a continuar publicando recursos de fe como este.
Para compartir con otros, por favor ordénalo publicado desde Catholic Digital Resources. (¿No puedes pagarlo? ¡No hay problema! Solicita un bono gratis, que es nuestra donación de caridad a tu ministerio.)
Para obtener el documento con una Licencia para Uso Simple, por favor firma este contrato de acuerdo de copyright. Mira nuestra política de permisos de copyright.