- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
Estamos haciendo un nuevo sitio para ti
Dinos qué deseas que mantengamos de este sitio obsoleto;
pon un comentario en las páginas que crees que ayudarán a otros o envíanos un correo.
Reflexiones de las Buenas Nuevas
por Terry Modica
Haciendo que las escrituras sean significativas para tu vida diaria.
El fragmento Inspirador de hoy: El Sagrado Corazón de Jesús sufre por nosotros cuando pecamos. Sufre con nosotros cuando somos lastimados por el pecado de otros.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Viernes de la 11ra. Semana del Tiempo Ordinario
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Junio 19, 2020
Oración para hoy:
Señor Jesús: concédeme la gracia de reconocer en las pruebas, una oportunidad para entregarme enteramente a Ti. Gracias, mi Dios, por buscarme y por el amor que me tienes. Amén.
Lecturas de hoy:
Deuteronomio 7, 6-11
Salmo 103 (102), 1-4.6-8.10
1 Juan 4, 7-16
Mateo 11, 25-30
www.usccb.org/bible/lecturas/061920.cfm
Un día, hace muchos años (en 1988), poco después de comenzar a participar en la celebración diaria de la Santa Misa, se me ocurrió que el Señor esperaba que me quedara un rato después de la Misa para rezar delante de su santa presencia en el Tabernáculo. Le dije, "Está bien".
Al principio sentí vergüenza de que otros me notaran arrodillada allí. Pero entonces la presencia de Jesús se hizo fuerte, no sólo en la Hostia Sagrada que estaba escondida detrás de la puerta cerrada del Tabernáculo, sino en Espíritu delante del Tabernáculo. Han de saber, yo no soy vidente, pero lo que he experimentado puede describirse mejor como una aguda conciencia de que Jesús quería mostrarme su Sagrado Corazón. Lo "vi" abrir el manto que cubría su pecho (me recordó a Superman desprenderse de su camisa). Esperaba ver una imagen del Sagrado Corazón similar a lo que los artistas han pintado para las estampitas.
Eso no es lo que vi. Era un corazón vivo, latiendo, bombeando, golpeando. Un corazón humano "en llamas" con el resplandor de la luz pura - un "fuego" de tremendo amor, un amor a menudo sofocante pero poderoso.
¡Cuán sagrado es su amor para ti y para mí y para todos! Es sin defecto ni pecado. Es completo y todo lo consume. Sufre por nosotros cuando pecamos. Sufre con nosotros cuando somos heridos por los pecados de los demás. Y es tan real como tu propio corazón latiendo.
Jesús no perdió su cuerpo humano cuando subió al cielo. El corazón en su cuerpo glorificado no dejó de existir. La razón por la cual la Iglesia nos da este día de fiesta especial para conmemorar el Sagrado Corazón de Jesús, y la razón por la que Jesús nos muestra su corazón, es porque simboliza su amor, perforado por nosotros en la cruz pero para siempre vivo, real e incondicionalmente protector.
Problemas y oraciones sin respuesta nos hacen dudar de la vivacidad del amor de Cristo. La incapacidad de sentir su amor bombeando a través de nosotros parece probar que no siempre está aquí. Nuestra falta de mérito parece probar que él no debe estar disponible para nosotros.
Sin embargo, estas dudas se disuelven cuando damos a otros el amor que buscamos del Señor, porque es en dar que recibimos, es en hacer que entendemos, y es en tomar acción que nos damos cuenta de lo que es real. Al dar su amor sagrado a la gente que nos rodea, nuestros corazones laten al unísono con su Sagrado Corazón. Entonces comprendemos lo que oímos en la primera lectura de hoy: "¡El Señor ha puesto su corazón sobre ti y te ha elegido a ti!"
Tú fuiste elegido por Dios para ser amado y amar a otros en su nombre. Recuerda esto: La misma duda que has sentido es también lo que otros están experimentando. ¿Quién en tu vida necesita prueba de que Dios los ama? ¿Quién está de mal humor? ¿Quién necesita una palabra amable, tranquilizadora y afectuosa de aliento y esperanza? Porque tienes dentro de ti el Sagrado Corazón de Jesús, eres la prueba que ellos necesitan de que el amor de Dios es real. ¡Dáselo a ellos y encontrarás la prueba que cura tus propias dudas!
© 2024 por Terry Ann Modica
Esto puede imprimirse para uso personal únicamente. Para distribuir múltiples copias, por favor, ordénalas publicadas profesionalmente desde Catholic Digital Resources en catholicdr.com/about-us/special-orders/. *** ¿No puedes pagar por ellas? ¡No hay problema! Solicita un bono gratuito que será nuestra donación de caridad para tu ministerio.
Esto puede imprimirse para uso personal únicamente. Para distribuir múltiples copias, por favor, ordénalas publicadas profesionalmente desde Catholic Digital Resources en catholicdr.com/about-us/special-orders/. *** ¿No puedes pagar por ellas? ¡No hay problema! Solicita un bono gratuito que será nuestra donación de caridad para tu ministerio.
Consagración a San José en 9 Días
Un documento gratis en PDF está disponible para tu uso personal.
No obstante, tu apoyo puede ayudarnos a continuar publicando recursos de fe como este.
Para compartir con otros, por favor ordénalo publicado desde Catholic Digital Resources. (¿No puedes pagarlo? ¡No hay problema! Solicita un bono gratis, que es nuestra donación de caridad a tu ministerio.)
Para obtener el documento con una Licencia para Uso Simple, por favor firma este contrato de acuerdo de copyright. Mira nuestra política de permisos de copyright.