¡POR FAVOR, DONA AHORA PARA MANTENER ESTE MINISTERIO!
U$S 40.000 necesitamos ahora. ¡Reza para llegar al objetivo!

Estamos haciendo un nuevo sitio para ti
Buenas Nuevas Catlicas
Dinos qué deseas que mantengamos de este sitio obsoleto;
pon un comentario en las páginas que crees que ayudarán a otros o envíanos un correo.


¿Quién te condena! ¡Dios No!

¿Quién te Condena? ¡Dios no!

[ PalabrasVivas sobre Crecimiento Espiritual ]

Descubre Tu Santidad

¿Quién te condena?Jesús dijo que no nos condena, ni siquiera cuando pecamos. No es él quien nos juzga (ver Juan 12, 47-48). Tampoco el Padre. Sabemos esto porque Jesús nos dijo que conociéndolo a él también conocemos al Padre (Juan 14, 7) . Tampoco el Espíritu Santo nos condena. Somos amados profunda y plenamente, sin importar qué.

Quien nos juzga por nuestros pecados y ejecuta la condena es nuestro propio Yo, especialmente cuando pasamos los límites de nuestro cerebro terrenal y nuestra habilidad minúscula para comprender quién es realmente Dios y cómo es su verdadero carácter. Fuimos hechos a imagen de Dios. Ese es nuestro verdadero carácter, pero no podemos ser quien verdaderamente somos. Fracasamos de mil maneras todos los días, pero sólo porque no nos conocemos lo suficientemente bien, cosa que sucede porque no conocemos bien a Dios y no pasamos el tiempo suficiente contemplando que fuimos hechos a su imagen.

Cuando Dios Padre nos creó, diseñándonos y dándonos vida en el vientre de nuestra madre, no hizo algo diferente de sí mismo. Nos dio su propia vida, su ADN espiritual. Pero, debido a la corrupción del mundo al cual nos envió, descripto por la doctrina del Pecado Original de Adán y Eva, no pasó mucho tiempo después de nuestro nacimiento, que comenzamos a vivir de forma contraria a quienes verdaderamente somos como hijos de Dios.

Por el bautismo, Dios nos adopta nuevamente en su Paternidad y Jesus nos da su gracia salvadora, que obtuvo para nosotros al llevar nuestro pecados consigo hasta la cruz y matando nuestras tendencias pecaminosas allí. Y el Espíritu Santo es absorbido por nuestro espíritu para que podamos vivir vidas poderosas, capaces de ser quien realmente somos, haciendo lo que los verdaderos hijos de Dios pueden hacer.

Jesús dijo que si creíamos en él — es decir, si abrazamos y confiamos en su verdadero carácter (más que en nuestras ideas limitadas y a menudo erróneas de quién es él, las cuales se basan en la mirada corrupta del mundo sobre él) — haremos las mismas obras que él hizo cuando caminó por esta tierra en su cuerpo humano e incluso obras mayores (Juan 14, 14). ¡Por supuesto que sí! Porque ahora somos su cuerpo en la tierra.

No obstante es obvio que no sabemos quién somos realmente y no sabemos quién es Dios realmente, porque no estamos haciendo las obras que él hizo ni las obras más grandes que él desea que logremos mediante un cuerpo de creyentes en todo el mundo. En la medida en que hacemos algo de lo que él hizo y algo de lo que quiere lograr en el mundo, podemos regocijarnos de que somos más nosotros mismos de lo que solíamos ser.

Entonces, ¿quién nos juzga y condena cuando pecamos? Nosotros: a la hora de nuestra muerte, cuando traspasamos los límites de nuestra vida terrena, de nuestros cerebros terrenales y de nuestra comprención terrena y parcialmente corrupta. En nuestro paso de las limitaciones a el reino ilimitado de Dios, veremos y comprenderemos a Dios plenamente y sabremos, con plenitud, quiénes somos realmente y seremos capaces de juzgar cómo hemos vivido según nuestro verdadero carácter. Condenaremos todo lo que hicimos que no fue acorde a nuestro verdadero Yo.

Esto es lo que llamamos «purgatorio». Al juzgar el horror de ser alguien diferente a nuestropo verdadero Yo, sufrimos y, simultáneamente, nos regocijamos porque ahora somos completamente libres de ser quienes verdaderamente somos. Somos purificados de todas las ilusiones, comprensiones equivocadas, falsas ideas, malas programaciones terrenas y tentaciones demoníacas de ser y hacer aquello para lo que Dios no nos creó. Estamos llenos del gozo que está en nuestro carácter en nuestro verdadero Yo.

Usemos este día y el resto de nuestras vidas terrenales para descubrir más y más verdades sobre quién es Dios realmente y cómo es su carácter, contemplando cómo somos nosotros y cómo es, verdaderamente, nuestro carácter.

Es mucho más fácil resistir la tentación y vencer las tendencias pecaminosas si aceptamos quiénes somos realmente. En Cristo ya no somos más pecadores. El Bautismo nos devolvió nuestro carácter de santidad. El día que, conscientemente, aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, renacimos a la santidad que Dios nos dio. Ahora, al pedirle humildemente al Espíritu Santo que nos renueve cada día, el Espíritu de Dios nos capacita para vivir la santidad más y más plenamente con cada día que pasa.

Podemos medir nuestro progreso viendo cuánta diferencia está haciendo Jesús en nuestro mundo a través de nosotros — incluyendo los eventos sobrenaturales.

Oremos:

Dios Padre, ayúdame a conocerte como el Padre Perfecto que Eres, mucho mejor que cualquier otro ejemplo terrenal de paternidad que yo haya visto. Ayúdame a verme a mí mismo como tu amado hijo/hija, atesorado por Ti, abrazado por Tí

Señor Jesús, Tú eres mi Salvador. Gracias por cargar con mis pecados sobre Ti mismo en la cruz. Tú eres mi Buen Pastor guiándome hacia el Cielo, llevándome hasta Nuestro Padre, incluso ahora mismo, y dándome Tu Santo Espíritu. Creo en Ti; ayúdame en mi incredulidad. Confío en Ti; ayúdame con mi falta de confianza.

Espíritu Santo, renuévame. Ayúdame a ser quien Dios Padre pensó que fuera. Tú tienes mi permiso para cambiarme. Enséñame hoy más sobre quién soy verdaderamente como amado hijo de Dios y seguidor de Cristo. Reactiva en mí los dones de Tu Espíritu, los carismas de la verdadera fe. Cambia al mundo a través de mí, comenzando, incluso, con las acciones más pequeñas en este, mi día hoy.

¡Amén!

© 2017 por Terry A. Modica

Mira más PalabrasVivas sobre Crecimiento Espiritual >>

Mira todos nuestros PalabrasVivas >>

Encuentra más material edificador de la fe en la Página de Good News Ministries >>

Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
¿Quieres crecer en
la fe diariamente?


Recibe las
Reflexiones de las
Buenas Nuevas

como ésta
¡todos los días por
correo electrónico
!

¡Seré un CAMPEÓN
de las Buenas Nuevas!
Tu donación ayuda a otros a crecer en la fe
Envia donaciones a:
Good News Ministries
11705 Boyette Road, Suite 277
Riverview, Florida 33569 USA
Contenido del sitio web © 1996 - 2024
La mayoría de las fotos © Terry Modica. Todos los derechos reservados.
Vea nuestra página de copyright para los permisos.

Good News Ministries de la Fe Católica gnm-es.org

Conéctate con nosotros

Facebook Twitter YouTube podcasts Instagram Whatsapp Telegram
0
We'd love your thoughts, please comment.x
()
x

Consagración a San José en 9 Días

El documento en PDF gratuito está listo para ser descargadoUn documento gratis en PDF está disponible para tu uso personal.

donateNo obstante, tu apoyo puede ayudarnos a continuar publicando recursos de fe como este.

Para compartir con otros, por favor ordénalo publicado desde Catholic Digital Resources. (¿No puedes pagarlo? ¡No hay problema! Solicita un bono gratis, que es nuestra donación de caridad a tu ministerio.)

Para obtener el documento con una Licencia para Uso Simple, por favor firma este contrato de acuerdo de copyright. Mira nuestra política de permisos de copyright.