Lo que Jesús nos Enseña sobre la
Verdadera Amistad
[ PalabrasVivas sobre Crecimiento Espiritual ]
El 27 de abril de 2011 la ONU declaró el día 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad. Sin embargo otros países, celebran ese día en diferentes fechas: Primer Domingo de Agosto, 8 de Agosto, 8 de Abril, 14 de Febrero, etc.
No es tan importante la fecha como el hecho de que la Amistad es celebrada en muchas partes del mundo. En Argentina, donde viven Fernando y Graciela, miembros del plantel de GNM, se celebra el 20 de julio (viendo la llegada del hombre a la luna como un signo de unión entre los hombres, más allá de todo color, raza, ideología o religión). Por lo tanto Fernando escribió esta reflexión sobre lo que para él es la amistad en el corazón de Jesús.
Mi amigo Jesús Alberto
Durante mis estudios en la escuela secundaria, tuve un amigo compañero de curso. Con él compartíamos no sólo los temas escolares sino, también, largas charlas, café de por medio, en las que tratábamos cosas de la vida, de nuestra adolescencia, nuestras familias, sueños, proyectos… todo lo que uno anhela compartir con otro ser de corazón abierto y sincero. Era una persona de buen corazón, honesta, franca y considerada. Si había algo que no nos parecía bien acerca del otro, nos lo decíamos con respeto y, aun estando en desacuerdo, podíamos decir “lo voy a pensar mejor, tal vez tengas razón”.
Parecía una verdadera amistad. Pero había un detalle desconcertante para mí: ¡él era ateo! Es más, era de ideología comunista. Muchas veces hablábamos de valores trascendentes y, cuando llegábamos a Dios, él me decía: Fernando, si Dios existe, es demasiado bueno para ser real. Yo quiero creer, sólo que esa clase de fe es un don, y yo no lo tengo.”
Luego de un tiempo, nos graduamos y nuestros caminos se abrieron hacia diferentes puntos del país y, en épocas en que no existía internet, perdí contacto con él. Pero sólo el contacto sensible. Yo oraba por él y le decía al Señor: “¡No puedes quedarte de brazos cruzados! ¡Es una persona buena!
Pasaron 25 años y gracias a las redes sociales, volví a encontrar a mi amigo. ¡Se había convertido a Jesús, había formado una familia y hasta trabajábamos en la misma profesión!
El Señor me habló con todo esto y pude entender su mensaje: Donde hay sinceridad, honestidad, inquietud por buscar el bien… allí esta Él obrando y habitando, aunque no podamos advertirlo. Él no se contradice. La capacidad de ser sinceros, buenos y honestos es porque dejamos que el dueño de todos estos atributos (y muchos más) brille en nosotros. Sólo Dios conoce nuestra historia y sabe por qué no hemos dado el paso fundamental en la fe, pero Él siempre triunfa.
Por eso, un amigo verdadero, jamás puede traicionarte. Busca tu bien, te dice la verdad, aún a riesgo de que pienses mal de él, te enojes con él o lo apartes de tu vida. Un verdadero amigo no se queda estancado en el camino de la vida. Un verdadero amigo siempre busca llevarte por el buen camino, sigue tus sueños y comparte los suyos. ¡Te respeta!
Jesús es el amigo perfecto. Él no dudó en dar su vida por ti y por mí. Sigue buscándonos, educándonos y amándonos de mil maneras, y una de ellas, es a través de un amigo terrenal. Mi amigo de este testimonio, en realidad se llama Alberto, pero a partir de la enseñanza que el Señor me dio, para mí hoy es Jesús Alberto.
Que podamos descubrir y valorar ese regalo tan inmenso que Jesús nos da en los amigos verdaderos. ¡Ellos son destello de SU LUZ!
© 2017 por Fernando Ramos
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