¿Vacila tu fe cuando oras?
[ PalabrasVivas sobre Crecimiento Espiritual ]
¿Tu fe vacila porque Dios no ha respondido a algunas de tus oraciones? Quizás tu fe sigue siendo fuerte pero estás frustrándote porque, cuando oras, no parece hacer diferencia. Bueno, tal vez Dios está tratando de llamar tu atención para asegurarte que su bondad está justo por encima del horizonte, justo más allá de tu visión.
En el libro de 1 Reyes 18, 41-46, Dios habló a Acab por medio del profeta Elías. Léelo como si también estuviera hablando contigo, porque lo está. Si lo que pedimos es bueno, si es parte de la buena vida que él quiere que tengamos, si nos ayuda a avanzar en nuestro camino de santidad, está diciendo: «¡Tu oración ha sido contestada!» Pero, nosotros no vemos la respuesta, entonces nos dice: «¡Mira de nuevo!» Pero todavía no vemos la respuesta. El siervo de Elías tuvo que «ir y mirar» siete veces antes de que los más pequeños indicios del fin de la sequía se hicieran visibles en el horizonte lejano.
¿Cuántas veces tenemos que mirar de nuevo? En la escritura «siete» significa «la cantidad total». En la plenitud de los tiempos, la respuesta a tus santas oraciones se manifestará ante tus ojos. Hasta entonces, se está desarrollando más allá de tu punto de vista, donde no se puede ver nada más que la sequía.
Dios te ha dicho que le pidas ayuda y él te ama (y a aquellos por quienes estás orando) más de lo que puedas imaginar. Así que por supuesto él ya está trabajando en la respuesta para tus oraciones, pero lo está haciendo de la manera que es mejor para ti y para todos aquellos que se ven afectados por la situación.
Pero no quiero esperar mucho tiempo, ¿y tú? Quiero ver el plan de Dios trabajando ahora y de una manera que tenga sentido para mí en mi capacidad limitada de entender. ¿Tú también?
Observa lo que Elías le dijo a Acab antes de que apareciera la primera nube: «Sube, come y bebe, porque oigo el sonido de una fuerte lluvia.» ¿Qué lluvia? ¿Dónde? ¡Qué fe tan poderosa! Él conocía la voluntad de Dios y así pudo imaginar que sucedería. Necesitamos pedirle a San Elías que comparta con nosotros su habilidad para prever el futuro. Necesitamos poner nuestra confianza en Dios como lo hizo él.
Es fácil averiguar cuál es la voluntad de Dios: Encuentra una escritura que se aplique a tu situación – sin sacar un versículo fuera de contexto, sino entenderlo dentro de la verdad de todo el Nuevo Testamento – y verás su voluntad. Absolutamente. Pero para tener la fe de Elías, tenemos que mantener nuestros ojos en la lluvia que Dios prometió, no en la sequía que vemos.
Hay una muy buena razón – de hecho, muchas buenas razones – por qué la lluvia no viene inmediatamente. Si pudiéramos ver lo que Dios ve, no querríamos que el proceso de la sequía se acortara. El proceso completo nos beneficiará y beneficiará a otros. Tal vez la espera beneficie a los demás más de lo que nos ayuda a nosotros, pero está bien, ¿no? También nos preocupamos por ellos, ¿no?
Dios está respondiendo a cada pedido de oración santo. Aunque es absurdo ponerse un impermeable cuando no hay una nube en el cielo, esta es una buena imagen de la vida cristiana. Continuemos nuestras oraciones mientras llevamos el paraguas de la expectativa.
© 2010 por Terry A. Modica
Mira más PalabrasVivas sobre Crecimiento Espiritual >>
Mira todos nuestros PalabrasVivas >>
Encuentra más material edificador de la fe en la Página de Good News Ministries >>

Por favor, comparte esto con otras personas usando los íconos para las redes sociales al pie de esta página. O solicita una copia aquí, para imprimir con permiso para su distribución, a menos que arriba esté indicado que está disponible en Catholic Digital Resources.
