Mi Crucifixión
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La oscuridad se cierra sobre mí,
Y la desesperación está cerca;
Este dolor ya no puedo soportalo mucho más —
¿Por qué yo, Oh Dios, por qué yo?
Mis manos están clavadas en cautiverio;
No soy libre de vivir.
Mis pies están firmemente atados;
No soy libre de moverme.
¿Por qué yo, Oh Dios, por qué yo?
Mi vida no ha sido como debería;
No como Yo quería.
La gente se burla porque creo
que esta vida cristiana es buena.
¿Por qué yo, Oh Dios, por qué yo?
Trato de amar a mi hermano,
pero me escupe en mi cara.
Trato de enseñar la verdad de Dios,
pero nadie quiere escuchar.
Trato de criar bien a mis hijos,
pero la rebelión reina en sus corazones.
Trato de servir a mi esposa con amor,
pero el orgullo en mí exige que Yo sea servido.
¿Por qué yo, Oh Dios, por qué yo?
Ama a tu enemigo, dijiste Tú, mi Señor.
Haz el bien a los que te dañan.
Sé perseverante en la vida cristiana,
y tu recompensa será grande en el Cielo.
¿Qué pasa ahora, Oh Señor?
¿Dónde está mi recompensa?
La oscuridad se cierra sobre mí,
y la desesperación está cerca.
Mis brazos están extendidos sobre Tu cruz;
Siento la corona de espinas.
¿Es ésta mi recompensa, Oh Señor?
¡Sí, esta es mi recompensa!
Comparto Tu dolor, comparto Tu muerte.
Porque cuando me extiendo hacia Tu cruz,
Tú y yo somos uno, Oh Señor,
Tú y yo somos uno.
¡Nunca antes me había sentido así de cerca contigo,
y juntos resucitaremos
a la victoria
en la gloria de mi crucifixión!
© 1992 por Terry A. Modica
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