Amar a los demás como a ti mismo
¿La baja autoestima está impidiéndote amar a los demás?
[ PalabrasVivas sobre Espiritualidad de la Pasión ]
Todas las enseñanzas de Jesús pueden ser resumidas en Marcos 12, 28-34: “Ama a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas y ama a tu prójimo como a ti mismo.” Cuando amamos a Dios plenamente, no podemos evitar amar a todos los demás – incluso a los “prójimos” que hacen nuestra vida difícil.
Piensa en la persona que más amas – aquella a la que más fácilmente sirves, aquella para la que disfrutas haciendo buenas obras y dándole buenas cosas. Este es un reflejo de tu amor por Dios. Ahora piensa en la persona que menos amas (fíjate que no dije la que “menos te gusta”) – aquella a quien rechazas servir por lo que te ha herido a ti y a los demás. Este también es un reflejo de tu amor – o falta de él – por Dios.
Jesús nunca dijo que debería gustarnos hacer el bien a nuestros enemigos. Hey, a Él no le gustó que le dieran latigazos, que lo maltrataran, punzaran, burlaran y crucificaran, pero eso no le impidió ofrecer su vida como sacrificio por ti y por mí y por las personas que no nos gustan. Ya que hizo eso por nosotros podemos, por lo menos, hacer algunos buenos actos de bondad que no sean agradables hacer.
Amar significa hacer el bien nos guste o no. Amar con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas significa elegir que nada nos impida hacer el bien, sin importar cómo nos SENTIMOS realmente haciéndolo. El amor no siempre es un sentimiento lindo. Pero el amor ES siempre una elección que nos une con Aquel Que Es Amor.
Sin embargo, somos incapaces de amar a otros más de lo que nos amamos a nosotros mismos. Jesús dijo, “Ama a tu prójimo COMO A TI MISMO.” Amarnos y hacernos el bien a nosotros mismos para satisfacer nuestras necesidades, nos da confianza y libertad para hacer el bien a otros, sin importar cuán difícil pueda ser.
La baja autoestima no es el plan de Dios para ti. Permítele sanar tu corazón herido. Permítele corregir el mensaje equivocado que te ha tirado abajo. Permítele destacar tu bondad y capacidades. Pasa tiempo observándote a través de SUS ojos – presta atención cuánto te aprecia Él; ¡Él puede ver tu bondad incluso cuando tú no puedes!
Dios te ama A TI con todo Su corazón, toda Su alma, toda Su mente y todas Sus fuerzas.
© 2002 por Terry A. Modica
Tal vez también podrían interesarte nuestros PalabrasVivas sobre la Espiritualidad de la Pasión.

Por favor, comparte esto con otras personas usando los íconos para las redes sociales al pie de esta página. O solicita una copia aquí, para imprimir con permiso para su distribución, a menos que arriba esté indicado que está disponible en Catholic Digital Resources.
