Llevar a Cristo a un tiempo de maldad
«En cada tiempo, Oh Señor, tú has sido nuestro refugio.»
(Salmo 90, 1)
Vivimos en una época malvada. El mundo se está deshaciendo. No tenemos memoria de una época más inmoral o problemática que como la actual. Deseamos que Jesús se apresure y venga en su Segunda Venida con los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra prometida, donde sólo habiten los rectos.
Ya que eso no parece estar sucediendo, ¿qué debemos hacer?
Tener al Señor como nuestro refugio entre todo el mal, requiere que miremos hacia Él, que mantengamos nuestros ojos sobre Él, que escuchemos su voz. No hay por qué temerle al mal. El miedo no le pertenece a aquellos que permanecen cerca de Jesús. El miedo es una herramienta que utiliza el Maligno. A él le gustaría que nos distrajésemos tanto con el miedo, que fracasemos en “ser” la venida de Cristo, que es aquello a lo que estamos llamados a ser.
Dios es nuestro refugio porque Jesús es el Redentor. Si confiamos en Él, Él redimirá aquello que Satanás haya estado haciendo en nuestro mundo y en nuestras vidas. Jesús convierte maldiciones en bendiciones. Aquello que parece muerte y destrucción (una crucifixión) siempre nos lleva a la victoria (resurrección) si permanecemos cercanos a Jesús.
Vivir en una época de mayor maldad es vivir en una época de mayor gracia. Algo va a cambiar: o vendrá Cristo en su Segunda Venida o vendrá en poder a través de nosotros, porque nosotros somos su Cuerpo y ya estamos aquí. Satanás sabe que se viene este cambio y, por ende, lucha más. Los demonios ven que sus enemigos (¡nosotros!) nos estamos fortaleciendo y comienzan a trabajar más duro para explotar nuestras vulnerabilidades.
El mal empeora justo antes de que la victoria de Cristo lo supere. Yo creo, por ejemplo, que los terroristas son prueba de cuán asustado está el diablo de ver lo lejos que llega el reino de Cristo. Así también, están los mandatos gubernamentales que restringen las libertades religiosas, la falta de respeto por los niños en el vientre y los escándalos dentro de nuestra Iglesia.
Para ser la venida de Cristo y acelerar la victoria de Dios en esta época del mal, tenemos que comportarnos como verdaderos cristianos, tal como nos lo piden las escrituras:
“Procurad con diligencia ser hallado por Él sin mancha e irreprensibles, en paz. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. (Ver 2 Pedro 3:12-15a, 17-18.)
Y cuando Jesús te da una manera de superar el mal, ¡hazlo! Hay algo que puedes hacer ahora mismo, hoy.
© 2012 por Terry A. Modica

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