Si Jesús Hubiera Usado Email
La siguiente historia verídica, demuestra cómo podemos hacer una diferencia evangelizando mediante internet, llevando el amor de Jesús a los demás mediante la tecnología moderna del correo electrónico. Seguramente has recibido muchos correos electrónicos contándote que otras personas necesitan de tus oraciones. Con frecuencia describen una tragedia, enfermedad o sufrimiento y te piden que reces y que compartas el pedido de oración con todos los que están en tu lista de correo para obtener más oraciones.
Mi respuesta podría sorprenderte: ¡NO!
La historia que voy a compartir se parece más a la manera en que Jesús hubiera usado el correo. Lo más interesante es que las personas que protagonizan la historia no fueron contactadas por formar parte de una lista de cristianos. ¡Todas estaban en una lista de personas que aman a los perros! ¿Podemos aprender de su ejemplo y parecernos tanto a Jesús como lo hicieron ellos?
Esta historia fue reportada por primera vez por Jacquelyn Lynn del periódico The Orlando Sentinel en un artículo llamado Una Historia de Amor Diferente en Internet. Jacquelyn Lynn, una escritora independiente y Mary Kinney, quien empezó el pedido de oración mediante un correo electrónico, eran miembros de la Iglesia Presbiteriana de Winter Park en el estado de la Florida. También son importantes en esta historia los miembros de la Primera Iglesia Presbiteriana y de la Iglesia Presbiteriana San Andrés, ambas en la ciudad de Billings, en el estado de Montana.
El 27 de mayo de 1998 la hija de Mary Kinney, Debi y su yerno, Jason, sufrieron un accidente automovilístico muy serio en Montana. Estaban regresando a la ciudad de Seattle luego de visitar parientes en Florida. Jason no sobrevivió y Debi sufrió lesiones cerebrales muy graves y estuvo en la unidad de cuidados intensivos. Antes de ir al hospital en Billings, Mary mandó un correo electrónico breve a una amiga de Winter Park pidiendo oraciones.
Su amiga reenvió el mensaje a todos sus conocidos que también conocían a Mary. Más correos fueron enviados por la autopista del Internet a diferentes lugares del mundo. Muchas personas ofrecieron sus oraciones.
Cuando Jacquelyn Lynn recibió el correo, se preguntó si había algo que ella pudiera hacer además de rezar. Viviendo en Florida, al otro lado del país con respecto al hospital donde Mary sufría por la condición trágica de su hija, parecería que no había nada que hacer.
Jacquelyn pensó en contactarse con más personas mediante internet. Era amante de los perros y formaba parte de dos listas de internet diferentes que enviaban y recibían correos relacionados con dos razas. ¿Qué pasaría si ponía un aviso en estas listas? Decidió intentarlo. En el aviso, describió lo que había sucedido a Debi y sugería que aquellos que vivieran cerca de Billings podrían hacer algo — tal vez pasar por el hospital, tal vez llevarle el almuerzo a Mary, tal vez invitarla a sus casas para que comiera y usara la lavadora.
Otros amantes de perros que también pertenecían a las listas respondieron. Aquellos que vivían cerca de Billings fueron al hospital. ¡Una mujer manejó 45 millas sólo para darle un abrazo a Mary! Otra estaba muy ocupada preparando su casa para una mudanza, pero todos los días se tomó un tiempo para visitar a Mary y a Debi. Un residente de la Florida, llamó a un primo que vivía en Billings y éste llevó comida y flores al hospital. Otros que vivían muy lejos enviaron donaciones, cartas y regalos.
El 13 de junio, Debi fue trasladada por ambulancia aérea a Orlando para estar cerca de su madre, mientras comenzaba su terapia física y de rehabilitación. Luego, el correo fue utilizado para dar actualizaciones diarias a todos los amigos de Mary acerca del progreso de Debi, algunos de los cuales conoció debido a la tragedia. La recuperación de Debi sería un proceso largo, pero ella y su familia no tuvieron que llevarlo solos.
La historia nos recuerda a Mateo 25, 31-46:
“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Vengan, benditos de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero y me recogieron; estuve desnudo y me cubrieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel y vinieron a verme.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: En verdad les digo que todo lo que hicieron a uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron.
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber; fui forastero y no me recogieron; estuve desnudo y no me cubrieron; enfermo y en la cárcel y no me visitaron.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: En verdad les digo que en cuanto no hicieron a uno de mis más pequeños, tampoco a mí me lo hicieron.
E irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.
¿Cuántos de los amantes de perros eran cristianos que iban a Misa? Sólo Dios sabe, pero seguramente no lo eran todos los que se acercaron a Mary y a Debi con amor. ¿Y cuántos de nosotros, cristianos, hemos recibidos correos electrónicos de otros que necesitan ayuda y todo lo que hemos hecho ha sido rezar por ellos? Jesús nos está diciendo: “En verdad les digo que todo lo que no hicieron a uno de estos pequeños, tampoco a mí me lo hicieron”.
¡Falta una parte de la historia! Gracias a esta conexión de amor mediante correo electrónico, aquellos que sí sirvieron a Jesús al servir a Debi y a Mary también se beneficiaron.
Tal como lo dijo Jacquelyn, “Conectados en el ciberespacio gracias a una preocupación en común por una joven a quien muchos no han conocido, los miembros de este grupo han forjado y fortalecido sus propios lazos mutuos. Y sin pensar en recibir reconocimiento o recompensa, han demostrado claramente cómo la bondad innata de la raza humana puede ser realzada por la tecnología”.
© 2001 por Terry A. Modica