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Reflexiones de las Buenas Nuevas
por Terry Modica
Haciendo que las escrituras sean significativas para tu vida diaria.
El fragmento Inspirador de hoy: El mensaje más fuerte y más efectivo que tenemos es nuestra propia vida.
Reflexión de las Buenas Nuevas para:
Jueves de la 4ta. Semana de Adviento
Diciembre 23, 2021
Oración para hoy:
Confiando mi vida en tus manos Señor, recorreré maravillosos caminos que jamás imaginé. Amén.
Lecturas de hoy:
Malaquías 3, 1-4.23-24
Salmo 24, 4-5ab.8-10.14
Lucas 1, 57-66
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/122321.cfm
La lectura del Evangelio de hoy nos muestra el nacimiento y la elección del nombre de Juan el Bautista. Este niño es un ejemplo de quiénes somos. La mano del Señor estaba con él, y fue llamado para preparar los corazones de las personas para la venida del Mesías. Como Juan, nosotros no somos la fuente de la salvación. Como Juan, nosotros somos, como lo indica la primera lectura, mensajeros de la salvación. Somos portadores de las Buenas Nuevas sobre el Salvador en el mundo.
Pero ¿qué tan buenos?
Como creyentes en Cristo - como receptores de su poder salvador, su bondad y su gozo - tenemos la responsabilidad extremadamente importante de servir como mensajeros de las Buenas Nuevas. Estamos llamados a dar a luz a Cristo en las vidas de los demás al dar buen ejemplo de lo que significa creer en Cristo. Estamos llamados a ser las manos, pies y voz de Jesús para que así él pueda cambiar al mundo a través de nosotros.
Esto no es una opción. Es el último mandamiento que nos dio Jesús antes de ascender al cielo. Es parte de nuestro compromiso de seguir a Cristo, y negarlo tiene consecuencias eternas.
¿Es muy difícil ser mensajero de las Buenas Nuevas? Bueno, no lo es - no si tenemos una buena vida de oración y continuamos esforzándonos en nuestro propio crecimiento espiritual.
Sólo parece ser muy duro cuando nos olvidamos de que no somos el Salvador. No podemos rescatar a la gente del pecado y la oscuridad; ese es el rol del Salvador. Dios no nos dio la habilidad de traer de vuelta a la iglesia a los católicos inactivos y perdidos; sólo el Buen Pastor puede hacer eso. No fuimos creados con el poder para sanar enfermos, liberar a los adictos de la esclavitud de sea lo que sea que está drogándolos, o dar vista y entendimiento a los que están ciegos a las enseñanzas de la Iglesia; estos son dones que sólo el Hijo de Dios puede proveer.
Somos los mensajeros de las buenas noticias acerca de que Jesús puede hacer todo esto por aquellos que lo buscan. Y el mensaje más fuerte y efectivo que tenemos es el ejemplo de nuestras vidas. El mundo de hoy necesita cristianos que demuestren, con su comportamiento, que seguir a Cristo nos da esperanza en medio de las preocupaciones, consuelo en medio de las privaciones y victoria en medio del mal. Nuestra alegría es testimonio de que la santidad -- vivir de acuerdo con las enseñanzas morales de Cristo en lugar de los valores mundanos -- es correcto y bueno.
Las palabras no son suficientes para convencer a la gente de que necesitan convertirse y alejarse de lo que el mundo nos dice que es correcto y bueno. Las palabras no conseguirán que alguien vaya a la iglesia y adore a Jesús. Para los no convertidos, el Catolicismo, con todas sus reglas, rituales y enseñanzas, parece más una carga en vez de una bendición. Si no exudamos fe con esperanza y amor incondicional, si nuestra manera de adorar no expresa la alegría de estar en presencia de Cristo y, si recibir la Eucaristía no hace ninguna diferencia en nuestra vida, entonces no estamos siendo mensajeros de las Buenas Nuevas.
Nosotros le damos a la gente el conocimiento sobre la salvación y el perdón de sus pecados, solamente si la superación de nuestros propios pecados mejora nuestras vidas. Esta es la mejor prueba de la tierna misericordia de nuestro Dios. Ellos necesitan ver que la fe en Cristo guía nuestros pies por los caminos de la alegría, en lugar de llevarnos continuamente en un viaje sombrío de miseria.
En esta Navidad, que nuestras vidas proclamen "¡Regocíjate! ¡El Señor ha llegado!"
© 2024 por Terry Ann Modica
Esto puede imprimirse para uso personal únicamente. Para distribuir múltiples copias, por favor, ordénalas publicadas profesionalmente desde Catholic Digital Resources en catholicdr.com/about-us/special-orders/. *** ¿No puedes pagar por ellas? ¡No hay problema! Solicita un bono gratuito que será nuestra donación de caridad para tu ministerio.
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