Cuarto Misterio Glorioso

[ ORACIONES ]

LA ASUNCIÓN DE MARíA AL CIELO

Meditación para el Cuarto Misterio Glorioso:
Como dice en Apocalipsis 12, 1-10: “Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida del sol y con la luna bajo sus pies.”

Dado que María era llena de gracia pudo resistir cualquier tentación al pecado. Cuando llegó al final de su vida terrenal, su nivel de santidad plena, permitió que se glorificara su cuerpo inmediatamente, es decir, recibió el cuerpo en estado de pureza del pecado, tal y como lo recibiremos todos con la Segunda Venida de Cristo. Por lo que María no murió en pecado, su cuerpo nunca perdió su vida eterna y, por esto, ella fue “asunta” o transferida corporalmente al cielo. Que su ejemplo de santidad nos ayude en nuestro camino hacia el cielo. Roguémosle que comparta con nosotros la gracia que le permitió resistir el pecado.

Padre Nuestro, que estás en el Cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10x)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;
como era en el principio,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
¡Amén!

Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno
y guía a todas las almas al Cielo,
especialmente a aquellas que necesitan más de Tu Misericordia.