Cuando el peligro nos amenaza a nosotros o a nuestros seres queridos, ¿qué hacemos al respecto? ¿Nos llenamos de miedo? ¿O confiamos en Dios? He aquí un testimonio del poder protector de Dios.
Mis padres viven en Palm Coast. Ahí es donde los incendios recientemente destruyeron una
gran parte de Florida. El vecindario de mis padres fue destruido por los incendios de Flagler Beach.
Yo recé todo ese fin de semana pidiendo la misericordia de Dios y la protección de su casa. Cuando terminó, descubrimos que Dios había protegido aproximadamente ocho casas en la calle de mis padres. La casa de mis padres estaba a salvo. Las llamas llegaron hasta alrededor de cien yardas de su puerta. El fuego terminó con la madera del frente de la casa y algo de la parte de atrás. El incendio saltó de un lugar al otro. ¡Es realmente sorprendente y una bendición! Nada en su casa se dañó y no hubo ni siquiera daños debido al humo. ¡Eso es la mano de Dios!
Yo continué diciéndole a mi familia que todo estaría bien. El reportaje de las noticias decía que Matanza Woods estaba consumida por el fuego. Ellos viven en la calle siguiente a Matanza Woods. El incendio tomó un camino hacia la Ruta A1A, a través de Matanza Woods, y derecho al vecindario de mis padres. Se saltó la Autopista 95 y dañó más casas. Los bomberos iban a dejar que todos los incendios se unieran porque había tres o cuatro incendios al mismo tiempo y no había suficientes bomberos para apagarlos. Ellos iban a dejar que los incendios de Flagler y Voluscia se unieran ~ no podían controlarlos debido a los vientos. Pero el viento, milagrosamente paró. ¡Te alabamos Dios Nuestro!
Recientemente, me fui a visitar a mis padres. Los árboles están carbonizados hasta la copa, pero asombrosamente las palmeras están creciendo nuevamente. ¡Dios es grandioso!
© 1998 por Donna Obringer
