Misterios Dolorosos para el Incremento de Vocaciones Santas : Regresar al comienzo
Segundo Misterio Doloroso
LA FLAGELACIÓN DE JESÚS
Meditamos en la flagelación de Jesús usando la Misa por el Don de Lágrimas que tuvo lugar durante el Plenario de Obispos en Dalas, Junio 14, 2002.
Ezequiel 18, 21-23.30-32
Vuélvete y conviértete de todos tus crímenes.
1 Juan 1, 5–2, 2
La Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado.
Marcos 1, 1-8.14-15
Arrepiéntete y cree en el Evangelio.
Todopoderoso y amabilísimo Dios, quien de una roca hizo fluir una fuente de agua viva para las personas sedientas, saca ahora, desde la dureza de nuestros corazones, lágrimas de dolor para que podamos llorar por nuestros pecados y, por tu misericordia, estar listos para aceptar su perdón. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Padre Nuestro, que estás en el Cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Dános hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(10x)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;
como era en el principio,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
¡Amén!

Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno
y guía a todas las almas al Cielo,
especialmente a aquellas que necesitan más de Tu Misericordia.