Semana Santa en la Tierra Santa
¡Le arrebataron sus ropas y le pusieron un manto púrpura … Se arrodillaron frente a él y se burlaron: «¡Salve, rey de los judíos!»
Señor Jesús, yo también me he burlado de Ti. Cuando alguien desprecia al cristianismo y no digo nada, me estoy burlando de Ti. Cuando otros necesitaban mi amor y yo estaba demasiado ocupado o me sentía demasiado «superior» para dárselos, me burlé de Ti. Cada vez que elijo seguir el camino del mundo, me burlo de Ti. Cada vez que retengo mi dinero, mis posesiones, mi tiempo o mis talentos, en lugar de usarlos para servir al Reino de Dios, me burlo de Ti porque Tú no eres, entonces, el rey de mi vida. ¡Oh Jesús, perdóname! ¡Quiero cambiar! Quiero que seas Tú a quien seguir verdaderamente, el Único al cual servir, el Único del cual aprender. ¡Amén!
A continuación vamos a la Iglesia de la Flagelación…