Halloween: Preguntas Respondidas

La Perspectiva Católica

P: ¿A Dios le gusta Halloween?

Una estudiante de cuarto año en la clase de religión levantó la vista de los dibujos de su farol de calabaza tallada y preguntó: “¿Que tiene que ver Halloween con el Día de Todos los Santos?” La maestra respondió: “La palabra ‘Halloween’ proviene del inglés ‘Hallowed Evening’. Hallowed significa santo, así que Halloween es una noche santa que nos prepara para el día de los Santos.” La niña reflexionó su respuesta. “¡Si Halloween es santo, entonces a Dios le gustan los diablos y los juegos escalofriantes!”

Un problema diferente pero relacionado con lo anterior, es el caso de un muchacho de sexto grado en otro lugar. El alborotador de la clase interrumpe para anunciar que él le realiza ritos a Satanás. Cuando empieza a describir cómo utiliza candelas negras, un gato para el sacrificio y un lugar secreto en el bosque, el maestro se da cuenta que el muchacho sabe muchos detalles como para haberlo inventado.

P: ¿Se adora verdaderamente a Satanás en Halloween?

Según reportes de la policía en los Estados Unidos, Halloween es la época cuando más niños empiezan a experimentar con el satanismo. Si estos jóvenes muestran interés por los juegos de lo oculto en las fiestas de Halloween, estos muchachos serán considerados como candidatos potenciales, para ser  reclutados por parte de grupos satánicos.

Para los adoradores del demonio y las brujas, Halloween es el día más importante. Las fuerzas demoníacas se aprovechan de la participación del público en la celebración. Los satánicos intentan colocar  maldiciones contra los templos Cristianos, sus líderes y sus familias. Las misas negras se realizan como un esfuerzo “para deshacer” el Cristianismo, profanando hostias consagradas que han sido robadas y bebiendo una mezcla de vino y orina a manera de una comunión impía.

P: ¿Cuán difundidas están las influencias ocultas?

Los reportes de la policía indican que el interés de los adolescentes por el satanismo se mantiene en aumento y los niños se involucran desde los ocho años o aún más pequeños. Cada comunidad tiene adoradores del diablo y los muchachos que se involucran provienen de diferentes estratos sociales. El hecho de que el joven sea educado como católico o de otra religión cristiana, no parece ser garantía para su participación en dichas actividades. Prácticamente todas las escuelas y parroquias tienen estudiantes que muestran al menos curiosidad por el culto a Satanás.

Otros estudios indican también que todos los niños están expuestos en estos días a lo oculto y el 40% de ellos se engancha en actividades de lo oculto, que incluyen tableros Ouija,  sesiones espiritistas, de adivinación, hechizos y el juego Calabozos y Dragones – todos ellos muy populares durante Halloween.

P: ¿Por qué la Iglesia intentó acabar con Halloween?

El Día de Todos los Santos se origina en el año 607 d.C. y se celebraba el 13 de mayo. Más tarde se movió al 1 de noviembre en un esfuerzo por convertir la fiesta pagana del Señor de los Muertos, en una venerable festividad Cristiana.

Los Druidas ancestrales creían que durante el 31 de octubre, el Señor de los Muertos llamaba a las almas de personas malvadas fallecidas. Durante ese día, las barreras entre este mundo y el siguiente supuestamente desaparecían, lo que se traducía en un aumento de fenómenos síquicos.

Los muertos supuestamente regresaban a sus antiguos hogares y los actuales inquilinos los sobornaban con comida para que no les lanzaran hechizos o los espantaran — de ahí el origen del “truco o trato”. Para animar a los fantasmas que se fueran del pueblo, los vecinos se formaban en un desfile para escoltarlos hacia las afueras, vistiendo disfraces para ocultar sus identidades. Las linternas de calabaza con una cara tallada originalmente eran hechas con nabos o papas, iluminadas con velas para ahuyentar a los espíritus

Q: ¿Está bien celebrar Halloween si no adoramos al Señor de los Muertos?

Halloween se concentra en lo oculto y el miedo todavía permanece en nosotros. En nombre de la “diversión”, llevamos a nuestros hijos a casas supuestamente embrujadas y cuando los más pequeños salen llorando, ¡nos reímos! Tratamos de asustarnos unos a otros con historias de espantos. ¿Por qué? Dios nos dice, “He venido no a traer miedo, sino fortaleza, amor y buen juicio” (2 Timoteo 1:7).

Alrededor de Halloween, se muestran más películas de terror, más programas de televisión que incluyen elementos de lo oculto y muchas personas engañan con sesiones espiritistas, adivinaciones y otras prácticas de lo oculto. A causa del Halloween, los niños (los adultos también) se disfrazan de diablos, brujas, personajes malévolos de las películas de horror y de músicos metaleros satánicos. ¿Por qué no se disfrazan de personajes positivos, como santos o astronautas?

Nuestra participación en Halloween, ya sea que queramos o no, nos dice que aprobamos la fiesta con todas sus implicancias. Dice que no creemos completamente que Dios quiera reemplazar el temor con amor. Nos dice que creemos que la Palabra de Dios puede ser ignorada, ya que Él nos ha dicho que no tengamos nada que ver con ninguna de las formas de lo oculto (ver Deuteronomio 18:10-12).

Más bien, tenemos que hacer todo lo necesario para comunicar lo que creemos realmente: que los cristianos no viven con temor, sino con el amor de Dios, que somos diferentes del mundo porque no hacemos uso del mal y que el Día de Todos los Santos es mucho más importante que la fiesta pagana que estaba destinado a reemplazar.

Para contrarrestar la influencia de Halloween y su asociación con el satanismo, he aquí algunas sugerencias:

1. Anima a tus niños para que usen disfraces que ofrezcan modelos a seguir, en lugar de fantasmas, brujas, esqueletos u otras imágenes de lo oculto.
2. Comparte con ellos tu preocupación acerca de las actividades de Halloween que ponen énfasis en el miedo, el horror y otras fuerzas negativas.
3. Enséñales cómo deben comportarse si al asistir a una fiesta de Halloween empiezan a tener lugar actividades de ocultismo, como la Ouija y las sesiones de espiritismo. Si tienen una buena autoestima, resistirán mejor la presión del grupo. Aliéntalos para que te llamen para regresar temprano a casa.
4. Da a tus hijos una alternativa al Halloween, como celebrar la Fiesta de la Cosecha o la fiesta del Día de Todos los Santos y que por supuesto estén incluidos los dulces que tanto les gusta.
5. Dado que los niños aprenden más de cómo lo hacemos y no cómo lo decimos, muestra tu desaprobación del Halloween en la manera cómo decoras tu casa y jardín. Usa símbolos de cosecha en lugar de lámparas de calabaza y ángeles en lugar de lápidas y de otras imágenes de muerte y de ocultismo.
6. Comparte con tus hijos lo que la Iglesia te enseña sobre el Halloween: Que es una fiesta pagana que se origina como una celebración a la muerte y espíritus malignos y que estos elementos todavía hoy predominan, a pesar del hecho de que se pretendía que el Día de los Santos (con énfasis en la vida y santidad Cristiana) la reemplazara. Es un día altamente sagrado para los satánicos y es la víspera del Año Nuevo para los que practican brujería; sus números están aumentando (estadísticas policiales estiman que son el 10% de la población) y que aprovechan Halloween para reclutar. ¿Por qué tenemos que ayudar a festejar a Satanás y lo oculto? ¿Y por qué tenemos que estimular el enfoque que se da al miedo y a lo maligno, cuando nuestros hijos están más expuestos a más miedo y maldad,  que lo que las generaciones previas han estado?
7. Oren para que Dios los guíe en la educación de sus hijos. Permítanle que les muestre cómo ayudarlos para participar de lleno en celebrar la vida, la esperanza, la alegría, y que todo eso es bueno. Pídanle que inspire a su familia para que conozcan más del Día de los Santos que del Halloween.

Más respuestas a más preguntas pueden encontrarse en el libro de Terry Modica
Venciendo el Poder de lo Oculto. [Próximamente en castellano]

© 1997 por Terry A. Modica, autora de los libros Venciendo el Poder de lo Oculto (Queenship Publishing) y El Oscuro Segreto del Ouija (libro digital descargable). [Próximamente en castellano]

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