Reconfortando el Alma

[ PalabrasVivas sobre Alimento para la Fe ]

«La ley del SEÑOR es perfecta, reconforta el alma.» (Salmo 19, 8)

Cuando pensamos en la palabra «ley» y la idea de «obedecer la ley», ¿nos sentimos reprimidos o liberados?

Una mañana, fui a Misa con la intención específica de recibir sabiduría del Espíritu Santo sobre algunas decisiones importantes que debía enfrentar en mi rol de Directora Ejecutiva de Good News Ministries. En la homilía, el sacerdote habló sobre la pregunta de la ley que escribí más arriba. Esto me inspiró a reformular el proceso de toma de decisión.

Cada año, le doy aumentos bien merecidos a mi personal en el aniversario del día en que comenzaron a trabajar para GNM. Este año, no obstante, dado que los problemas económicos han hecho que las donaciones sean más bajas de lo normal, no estoy tan segura de poder hacerlo. Hay, alrededor, de 100 personas apoyándonos con donaciones mensuales y, normalmente, hay otra cantidad suficiente de personas que hacen donaciones por única vez de manera que nuestras necesidades están satisfechas hasta diciembre. Pero, este año, las donaciones «por única vez» han sido escasas. Por lo tanto fui a Misa para orar sobre si dar o no los aumentos.

Después de la homilía, en lugar de preguntar a Dios: «¿Debería?», me pregunté a mí misma: «¿Qué ley del Señor se aplica a esta situación?» Las enseñanzas de la Iglesia sobre justicia social, vinieron a mi mente. «Justicia social» significa hacer lo que está bien y es justo para los demás miembros de la comunidad. Entonces, mentalmente me di una palmada en la frente diciendo: «¡Pero! ¡Por supuesto!» Recordé las enseñanzas sobre la justicia en los lugares de trabajo y me di cuenta de: Dios quiere que mis empleados sean tratados de una manera justa y correcta, de todas formas, incluyendo financieramente. Como su empleador, mi obligación es confiar en que Dios siempre hará posible lo que él desea en mi ministerio — siempre y cuando yo coopere con sus planes.

¡Guau! ¡Qué liberador es obedecer las leyes de Dios! ¡Soy libre de hacer lo que está bien! «La ley del SEÑOR es perfecta, reconforta el alma.» Me fui de Misa con el alma reconfortada.

ACTUALIZACIÓN MESES MÁS TARDE: Todo salió bien. Los empleados recibieron sus aumentos y el ministerio recibió suficiente apoyo para cubrirlos. ¡Alabado sea el Señor!

Sobre la obra de arte que ilustra esta publicación:

Algunos de nuestros lectores viven en Oklahoma donde ocurren tornados terribles. La pintura de Pentecostés de arriba, fue hecha por una de ellos, Kathleen Ellerston, 5 días antes de que el tornado de Mayo 20 de 2013 prácticamente barriera del mapa al pueblo de Moore, matando a 24 personas. Ella me contó que, en un principio, pensó que su pintura era una experiencia poderosa de Pentecostés, pero, cuando azotó el tornado, vio algo más que el descenso del Espíritu Santo: «Vi el bautismo de FUEGO, el poder de la sangre, la creación de una mente nueva y un nuevo corazón, el cielo fraccionado, la formación del tornado, las personas siendo levantadas, el ojo del tornado en el centro — pero no fue sino hasta el Servicio Fúnebre, 6 días más tarde, que vi el significado final: ¡¡LEVÁNTATE, OKLAHOMA, EN EL PODER DE DIOS!!»

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