¡POR FAVOR, DONA AHORA PARA MANTENER ESTE MINISTERIO!
U$S 40.000 necesitamos ahora. ¡Reza para llegar al objetivo!

Estamos haciendo un nuevo sitio para ti
Buenas Nuevas Catlicas
Dinos qué deseas que mantengamos de este sitio obsoleto;
pon un comentario en las páginas que crees que ayudarán a otros o envíanos un correo.


Cómo un bebé nos enseña a tener paz

Cómo un bebé nos enseña a tener paz

[ PalabrasVivas sobre Crecimiento Espiritual ]

Por Elyse O’Kane

Me encantan los bebés. Cualquiera que me conoce bien, sabe que esto es cierto. Hay algo increíblemente maravilloso en la vida nueva. Percibo ese sentido de maravilla y asombro cuando veo a ese montoncito en los brazos de su madre e inmediatamente me atrapa con su encanto. Usualmente dejo de hacer lo que estaba haciendo para echar un vistazo más de cerca y decirle a la mamá lo lindo que es su bebé.

Hoy tuve el placer de conocer al bebé Matthew, un hermanito de dos meses de una de mis estudiantes. La mamá había venido a una conferencia cargando al pequeñín. Antes de que me diera cuenta, lo empecé a sacar de su porta bebé e inmediatamente me di cuenta que tenía que contar con el permiso de la mamá para poderle cargar. Ella se rió y generosamente me permitió cargarlo. Él me regaló una gran sonrisa sin dientes con sus ojos brillando por la atención que estaba dándole. Yo me derretí por completo en ese instante. Mientras lo arrullaba y le hablaba en una jerga indistinguible al bebé, me preguntaba si esta mamá me tomaría en serio durante la conferencia que yo iba a dar. Sin embargo, cuando dirigí mi vista hacia ella, me miraba encantada por el hecho de que alguien estaba tan fascinada con su precioso hijo. Por un instante inolvidable, el tiempo pareció detenerse y lo simple de la vida, el gozo de acariciar a esa pureza e inhalar el dulce aroma de bebé, eclipsó cualquier otro asunto de mi día.

La pazDespués por la tarde me apresuré para hacer un sinfín de mandados. Tenía mucho que hacer y me empecé a poner ansiosa pensando en si iba a tener tiempo para hacer todo eso antes de que llegara la Navidad. El árbol no estaba armado, las decoraciones se encontraban guardadas todavía en sus cajas. Había regalos que comprar, tarjetas por escribir y galletas por hornear. Entonces recordé la calma, la paz y el gozo que sentí mientras cargaba al pequeño Matthew.

Ese pensamiento dio paso a otro y pronto mi mente comenzó a divagar. Empecé a reflexionar en Jesús bebé. Tal como me le había acercado a la joven madre esa mañana, en mi mente me vi a mi misma acercándome a María, que sostenía a su hijo recién nacido en sus brazos. Esa misma paz que sentí temprano en la mañana, regresó y me envolvió. Comprendí que esa visión interior me transportaba a un establo en Belén. ¿Vendrías conmigo? Permitamos a nuestras mentes que juntas tengan un pequeño viaje de Adviento.

La brillante estrella en el cielo nos ha guiado ahí. Tiritamos en el frío de la noche y nos encontramos justo en las afueras del establo. Por mucho que anhelamos abrir las puertas y ver el espectáculo celestial, nos preguntamos si tenemos el valor para entrar al lugar donde sabemos que el Rey de Reyes ha venido al mundo. Sin embargo recordamos que todavía Él es un bebé, un pequeño Niño descansando en los brazos de Su madre. Él no eligió venir en esplendor con mucha pompa y circunstancia. Él vino con humildad y pobreza, para que así nos pudiéramos aproximar a Él sin temor a ser rechazados.

Y así entramos silenciosamente para no molestarlo a Él. María levantó la mirada para ver a los invitados nuevos y sonrió con gran ternura. Con sus ojos nos mostró lo contenta que estaba por vernos y entonces nos invitó a acercarnos más. Nuestros corazones latían fuertemente mientras nos aproximábamos. Y entonces, Sus ojos se abrieron. Él sabía que estábamos ahí. El gozo inundó nuestros cuerpos mientras caíamos de rodillas para adorarlo a Él. María miró con amor a José y entonces alzó a su niño para colocarlo en nuestros brazos. Con los ojos iluminados que parecían mirar hasta el fondo de nuestras almas, Él sonrió. Sus pequeñas Manos llegaron a tocar nuestra cara. El frío que había en el ambiente desapareció y una calidez nos abrazó. Lo abrazamos cerca de nuestro corazón, le besamos Su pequeña cabeza, y susurramos una oración. Su paz nos inundó y nuestro gozo era indescriptible. Con cuidado lo colocamos de nuevo en los brazos de Su madre y, mientras nos alejábamos, nos dimos cuenta de que nunca volveríamos a ser los mismos.

Ese corto viaje espiritual deberíamos hacerlo con frecuencia durante el Adviento. Qué fácil es que nos olvidemos por qué celebramos la Navidad. Dios se hizo como uno de nosotros. Él vino a nosotros como un pequeño bebé. Él vino a salvarnos. Tal vez tengamos que intentar mantener con más fuerza esa idea durante los días ajetreados que se aproximan. Y, cuando la ansiedad y el estrés empiecen a aumentar, acuérdense del Bebé.

Para finalizar, quiero que sepan algo muy interesante sobre el pequeño Matthew. Él fue elegido para ser el Bebé Jesús en el Pesebre de nuestra escuela.

Bendecido Adviento para todos ustedes y que su Navidad esté llena de maravillas y asombro.

© 2010 por Elyse O’Kane

Mira más PalabrasVivas sobre Crecimiento Espiritual >>

Mira todos nuestros PalabrasVivas >>

Encuentra más material edificador de la fe en la Página de Good News Ministries >>


Por favor, comparte esto con otras personas usando los íconos para las redes sociales al pie de esta página. O solicita una copia aquí, para imprimir con permiso para su distribución, a menos que arriba esté indicado que está disponible en Catholic Digital Resources.
Printed from: https://gnm-es.org/crecimiento-espiritual/crecimiento-espiritual-bebe-ensena-paz/
Print Friendly, PDF & Email



¿Te ha gustado? Fortalece más tu fe con las Reflexiones diarias de las Buenas Nuevas @ gnm-es.org/reciba-las-reflexiones-diarias
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
¿Quieres crecer en
la fe diariamente?


Recibe las
Reflexiones de las
Buenas Nuevas

como ésta
¡todos los días por
correo electrónico
!

¡Seré un CAMPEÓN
de las Buenas Nuevas!
Tu donación ayuda a otros a crecer en la fe
Envia donaciones a:
Good News Ministries
11705 Boyette Road, Suite 277
Riverview, Florida 33569 USA
Contenido del sitio web © 1996 - 2024
La mayoría de las fotos © Terry Modica. Todos los derechos reservados.
Vea nuestra página de copyright para los permisos.

Good News Ministries de la Fe Católica gnm-es.org

Conéctate con nosotros

Facebook Twitter YouTube podcasts Instagram Whatsapp Telegram
0
We'd love your thoughts, please comment.x
()
x

Consagración a San José en 9 Días

El documento en PDF gratuito está listo para ser descargadoUn documento gratis en PDF está disponible para tu uso personal.

donateNo obstante, tu apoyo puede ayudarnos a continuar publicando recursos de fe como este.

Para compartir con otros, por favor ordénalo publicado desde Catholic Digital Resources. (¿No puedes pagarlo? ¡No hay problema! Solicita un bono gratis, que es nuestra donación de caridad a tu ministerio.)

Para obtener el documento con una Licencia para Uso Simple, por favor firma este contrato de acuerdo de copyright. Mira nuestra política de permisos de copyright.