Ofrenda de Sacrificio (Terry y Ralph)

Ofrenda de Sacrificio

[ PROFUNDIZA TU FE ]

 

Cómo aprendimos a superar nuestros miedos:

Testimonio dado por Ralph y Terry Modica
en Misas parroquiales en 1996 para solicitar donaciones

 

Ofrenda de SacrificioRalph: Los caminos de Dios no son nuestros caminos. Los pensamientos de Dios son más elevados que los nuestros. Estamos aquí para compartir con ustedes nuestro camino, aprendiendo de Dios sobre la Ofrenda de Sacrificio.

Terry: En 1975, cuando estábamos recién casados, no sabíamos que Dios se preocupaba de nuestras necesidades diarias. Pero, entonces, leímos Mateo 6, 25-26:

“No se preocupen por sus vidas…
Miren los pájaros en el aire…
Su Padre del cielo los alimenta.
¿No son ustedes más valiosos que ellos?”

Comenzamos a aprender: “No se asusten, no se preocupen por el mañana, Dios conoce nuestras necesidades y se ocupará de nosotros.”

Ralph: Durante mucho tiempo nos preocupamos por nuestras finanzas, pero toda esa preocupación no mejoró nada. No creíamos realmente que si manejábamos las cosas a la manera de Dios, él se ocuparía de nosotros. Cuanto más tratábamos de hacer las cosas a nuestra manera, peor iba nuestra situación económica. ¡Estábamos constantemente quebrados! Escuchábamos charlas sobre Ofrenda de Sacrificio y diezmo (dar 10% del total del ingreso), pero estábamos seguros que NO podríamos dar más de 1 dólar a la semana.

Servimos de otras formas; nos convertimos en lectores, Ministros de la Eucaristía, líderes de grupos de oración, miembros de equipos para preparación matrimonial, trabajadores de ferias e, incluso, yo canté: ¡BINGO!

Entonces escuchamos decir a alguien “Si realmente deseas saber a quién o a qué amas y sirves, mira tu chequera.” Mi respuesta: “¡Por supuesto que quiero saber! ¡¿Qué clase de pregunta es esa?! Y cuando miramos, nos dimos cuenta que servíamos a muchos dioses extraños, con nombres extraños como: VISA, MASTERCARD y a una especie de militar llamado General Motors.

Terry: No obstante, Mateo 6, 24 dice: “No puedes servir a Dios y al dinero al mismo tiempo.” Las estadísticas muestran dónde radica realmente el problema:

  • 80% de nuestro tiempo despiertos está enfocado en el dinero: ganarlo, gastarlo, pensando en él, preocupándonos por él. ¡Imagina si pasásemos ese tiempo pensando en Dios!
  • 90% de los problemas familiares están enraizados en el dinero.
  • 80% de los divorcios están enraizados en el mal manejo del dinero.
  • 70% de las enfermedades son por problemas emocionales, la mayoría de las cuales son por agotamiento por preocupaciones económicas.

Decidimos trasladar nuestro enfoque desde el dinero A DIOS. Eso significó decidir no preocuparse por el mañana y confiar en Dios y empezar a pensar en la ofrenda de sacrificio. Tuvimos una oportunidad de probar la sabiduría de Dios, cuando nos preparamos para mudarnos desde Tampa a N.J. en 1979. En lugar de vender uno de nuestros autos, valuado en $200 (lo que era MUCHO dinero entonces, y necesitábamos cada centavo), se lo dimos a un hombre que necesitaba un auto para obtener un empleo. Pronto vendimos nuestra casa en $ 2000 más de lo que esperábamos. ¡Eso es un incremento de 10 a 1!

Ralph: La escritura dice que cuando somos generosos, Dios nos devuelve la generosidad 10 o 100 veces. Creemos que Dios nos regresó nuestra generosidad con el auto 10 veces.

¡Yo creí que habíamos encontrado una gran forma de cambiar $10 en $100! Pero esto no es un programa para “ser-ricos-pronto”. Dios no trabaja de esa forma. Lo que él desea para nosotros es que nos demos cuenta que él está a cargo, no nosotros. Sus formas de trabajar son mejores que las nuestras – deberíamos confiar en él en lugar de estar asustados y preocupados por mañana. él es el proveedor, no yo.

El principio fundamental para la ofrenda es este: Dios es el propietario de todo – todo lo que tenemos él nos lo ha dado, incluyendo nuestros talentos que nos han ayudado a obtener nuestros empleos. Somos administradores de los dones de Dios. Aún si somos despedidos, Dios nos cuidará. Me lo demostró en mis propias circunstancias difíciles, durante la última reducción de personal donde trabajé. Tres veces estuve en la lista de personas para ser despedidas y tres veces fui quitado de la lista.

Terry: Aprendimos que todo lo que tenemos son dones que Dios nos ha dado para que podamos ayudar a otros. Somos distribuidores de la gracia de Dios para ayudar a otros.

Mirando nuestra chequera, vimos qué poco de nuestro dinero lo habíamos dado a la Iglesia y a otras obras de caridad. Ya que habíamos estado dando más de nuestros talentos y tiempo a la Iglesia, creímos que significaba que estábamos bien con Dios, pero estábamos aferrados a nuestro dinero, porque teníamos miedo…miedo de NO poder dar más que un dólar o dos por semana. No obstante aprendí algo de San Juan de la Cruz:

“Hace poca diferencia si un pájaro está atado por una hebra delgada o por una soga. Pues aún si está atado por una hebra, el ave estará impedida de volar, tan seguro como si estuviera atado con una soga – es decir, estará impedido de volar mientras no rompa la hebra. Esta es la carga de un hombre que está atado a algo; sin importar cuánta virtud tenga, no alcanzará la libertad de la unión divina.”

Ralph y yo estábamos atados a nuestro dinero. Estábamos atados por nuestros temores de que no pudiéramos ser más generosos.

Ralph: La forma en que usamos nuestros dones demuestra cuánto confiamos en Dios y cuánto creemos realmente que él es la fuente de todo lo bueno.

Dios estaba desafiándonos a crecer en la confianza en él. Pero ¿estábamos nosotros, deseosos de probar que creíamos en Dios y confiábamos en Él? ¿Estábamos deseosos de probar que, para nosotros, Dios era más importante que cualquier otra cosa que pudiéramos hacer con dinero? Hemos escuchado que no debemos poner a prueba a Dios, pero hay un lugar en la Escritura en que se nos dice que debemos poner a prueba a Dios. Tiene que ver con el dinero: Dar a Dios, basados en lo que él nos ha dado a nosotros.

En Malaquías 3,10 Dios nos manda “Tráiganme todo el diezmo. Pruébenme en esto, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo tantas bendiciones sobre ustedes, que no podrán contenerlas.”

¡Eso parece un buen trato!

Terry: Decidimos probarlo. Hicimos el compromiso de apartar cierto porcentaje de nuestros ingresos. Para hacerlo una disciplina constante, dimos ese monto cada semana y comenzamos a usar los sobres de la Iglesia. Dimos mitad a la Iglesia y mitad a otras organizaciones de caridad. Redactamos estos cheques antes de pagar nuestras cuentas. Nuestro objetivo era dar el 10% que Dios nos pide en la Biblia, pero aún teníamos un poco de miedo de que no pudiéramos afrontarlo, por lo tanto comenzamos con poco y lo fuimos incrementando en pocos meses.

Creer en Dios y confiar en él significa estar dispuestos a hacer sacrificios, porque demuestra que nuestra confianza está puesta más en él que en nuestra forma de hacer las cosas. Dado que nuestras prioridades habían estado equivocadas y necesitábamos crecer en la confianza en Dios, necesitábamos aprender a dar hasta que doliera. Cuando ese monto ya no dolía, dábamos más.

Ralph: Hemos estado dando como ofrenda, como mínimo, el 10% durante los últimos años (y nunca nos detuvimos). Aprendimos que Dios nunca nos abandonó, nunca permitió que estuviéramos hambrientos, nunca permitió que dejáramos sin pagar alguna de nuestras facturas, aunque vivíamos de un cheque a otro, y, hasta hace poco, nunca nos sobraba nada, como para abrir una cuenta de ahorros. No somos ricos según los estándares del mundo (ni necesitamos serlo), pero somos ricos de muchas formas que no habíamos sido antes:

  • Dios nos ha dado un hermoso matrimonio.
  • Nos ha bendecido con dos hijos, que ahora son adolescentes, los que son verdaderos tesoros. Nos sorprenden cuán considerados y cariñosos que son.
  • Ambos disfrutamos teniendo trabajo valioso, que necesita de los talentos que Dios nos ha dado, con gran satisfacción.
  • Dios nos ha dado una abundancia de hermanos y hermanas en el Señor, que son nuestra comunidad, que nos aman, se preocupan por nosotros y nos alientan.

Estas son bendiciones que ningún dinero puede comprar. También tenemos paz en nuestro interior, sabiendo que Dios realmente se preocupa por nosotros y que es el proveedor de la familia, no yo.

Y, de paso, todas nuestras necesidades económicas fueron satisfechas más de lo que era necesario.

Terry: Nuestros niños han aprendido mucho sobre la confianza en Dios, por los ejemplos que les dimos al poner a Dios en primer lugar.. (Por ejemplo, nuestro hijo David, de 15 años, aún pone su propio dinero en la colecta.) Necesitamos preguntarnos qué están aprendiendo nuestros hijos según la forma en que damos o dejamos de dar, según nuestra ofrenda.

Ralph: Quisiéramos dejarles un mensaje de Buenas Nuevas: su Padre Dios ama a todos y a cada uno de ustedes mucho, mucho más de lo que podemos imaginar. No teman ni se preocupen por lo que van a comer, beber o usar, porque su Padre del Cielo sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. Elijan fijar su corazón en servir a Dios primero y todas estas otras cosas les serán dadas también. Elijan a quién deben servir.

Que nuestro Padre los bendiga abundantemente a cada uno de ustedes.

© 1996 por Terry y Ralph Modica


Lee también La Decisión que Hace la Diferencia >>

Para más riquezas visita Nuestra Página Inicio >>

 


El documento en PDF gratuito está listo para ser descargadoEl documento en PDF gratuito está disponible para tu uso personal. Para compartirlo con otros, por favor, invítalos a esta página.

Para obtener el documento con una Licencia para Uso Simple, por favor firma este contrato de acuerdo de copyright. Mira nuestra política de permisos de copyright.

donate Good News Ministries provee a los individuos mucho material edificador de la fe sin costo alguno. Tu apoyo ayudará a que este ministerio continúe.

Recibe reflexiones católicas sobre las lecturas de la Misa.
Recibe reflexiones católicas sobre las lecturas de la Misa.

 

Mira el video
Camino de fe
0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments